Determina estudio que armas generan agresión
14 Marzo 2009 - Gerardo Rodríguez Jiménez
El Diario de El Paso
Frente al incremento de la inseguridad, cada vez más personas consideran comprar un arma de fuego; sin embargo, según varios estudios científicos, el manipular armas aumenta las tendencias agresivas de los hombres.
Un grupo de investigadores encontró evidencia de lo que bautizaron como “El Efecto de las Armas”. Según este estudio, tan sólo estar en la presencia de un arma aumenta los niveles de agresión en el ser humano.
De igual manera, otro experimento conducido entre estudiantes de entre dieciocho y veintidós años sugiere que “manipular un arma genera una reacción hormonal en los hombres que los prepara para la agresión”. Al tocar una pistola, los varones que participaron mostraron considerables incrementos en sus niveles de testosterona.
“Yo nunca había pensado en comprar un arma, pero cada vez se pone más feo,” dice el paseño Ricardo Castañeda.
Algunos psicólogos consideran que poseer un arma puede ocasionar pensamientos obsesivos y en ocasiones, hasta paranoicos, especialmente si no se cuenta con un entrenamiento o una evaluación psicológica previa.
“Un arma puede dar un falso sentido de seguridad por algún tiempo” afirma un terapeuta fronterizo.
Estadísticas generadas por una encuesta realizada entre 200 mil personas revelaron que Estados Unidos es el país en donde se genera el mayor número de muertes por arma de fuego. Además, los porcentajes de homicidio son más altos en los estados en que más hogares cuentan con armas de fuego. Anualmente se registran más de 30 mil muertes. De éstas, en primer lugar figuran los suicidios, con 56 por ciento –y que por lo general aumentan en tiempos de recesión y desempleo–, seguidos por los asesinatos, con un 40 por ciento y las muertes accidentales o involuntarias con un cuatro por ciento.
De acuerdo con la encuesta del Centro de Estudios para el Control de Heridas de Harvard, se calcula que una tercera parte de los hogares tienen al menos un arma.
En México, debido a la escalada de violencia, el año pasado los asesinatos por arma de fuego aumentaron casi un 50 por ciento en comparación con el 2007, y hasta febrero de este año esta tendencia iba en aumento.
Según la doctora Joan Burbick, Profesora de Estudios Americanos, Estados Unidos ha romantizado la cultura de las armas desde sus inicios a través de sus historias populares.
“Comprar un arma probaba tu hombría e invitaba a fantasear sobre la vida de un pistolero. La creencia de que podías dispararle al malo y ser un héroe está todavía vigente en la publicidad para vender armas”, explica.
“Yo primero compré una pistola para tenerla en la casa, pero después me fui comprando más armas y me gustaron,” dice Mark, quien trabaja como enfermero y ahora posee varias armas de alto poder.
“Creo que sí llegó el momento que me fui obsesionando, poco a poco. Me gustó disparar, pero ya tengo suficientes, y (ahora) me gustaría vender algunas”, concluye Mark.
Mientras que en Estados Unidos algunos grupos políticos defienden el derecho de poseer armas de fuego, como la influyente NRA (National Rifle Association) por sus siglas en inglés) –que por su ideología apoya candidatos republicanos–, grupos de científicos pertenecientes a la Asociación Americana de Psicología (APA) concluyen que las armas pueden generar más violencia.
La APA publica que “Las investigaciones psicológicas sobre factores que contribuyen a la agresión humana indican que exponerse a las armas puede incrementar la posibilidad de agresión”.
La reconocida politóloga alemana Hannah Arendt, quien dedicó su vida al estudio de teorías sobre poder y violencia, declaró: “La violencia puede siempre destruir al poder. De las armas se genera la más efectiva autoridad, resultando en la más perfecta e instantánea obediencia. Lo que la violencia nunca puede generar es poder”.
Actualmente, en Estados Unidos el poseer un arma es un derecho protegido por la Constitución, mientras que en México, el incremento de hechos violentos en los que grupos fuertemente armados privan de la vida a miembros de todos los sectores de la sociedad mexicana ha revivido un polémico debate sobre el derecho de poseer armas para seguridad personal, aunque algunos grupos han asegurado que “esta no es la solución”.
Recientemente, el gobierno mexicano le ha reclamado al gobierno de Washington parar el tráfico ilegal de armas hacia su país. Tanto Estados Unidos, como México han incrementado la militarización de la frontera.
http://www.diario.com.mx/nota.php?notaid=a96c7106a991640a519b5585aefa5737